¿En qué te inspiraste para componer Apaquitay?
La compuse en Huánuco en el 2004 para el 2005. Yo me había trazado la meta de hacer una canción que sea el himno de la declaración de amor hecha dentro de la atmósfera serrana, es decir con un cielo andino.
Un cielo andino cumple los requisitos de lo más romántico que puedas imaginar, una noche muy negra con estrellas completas, el cielo de junio y julio de la sierra peruana nace en el piso y termina en el piso, una alfombra de luciérnagas.
«Tengo que hacer una canción que sea el himno de una declaración de una promesa de amo en la sierra».
Y tengo que usar dos elementos que roban y capturan la atención, los niños, para mi el mejor jurado si una canción va a gustar son los niños, porque el niño tiene la facilidad de captar las melodías fáciles de escuchar pero difíciles de hacer.
Los niños son los que han enseñado a sus papás que Maicito es una canción de Pelo D´ambrosio, y cuando llega Pelo a Abancay le dicen su papá «Quiero ir a ver a Pelo D´ambrosio», y como el niño canta en el colegio, actúa en el colegio Maicito, lleva a los papás, a los abuelos, mínimo son cuatro personas las que trae un niño a un evento.
Un niño escucha una canción como Alpaquitay con su entrada «Alpaquitay, mira…una estrella que se cae», capta la atención de los niños, cumplía el requisito, luego cuando en el video entra un animalito, se convierte en una fábula, en un cuento.
Tuve que hacerlo romántico, el falsete, la sutileza de cantarlo, el mensaje de amor eterno, eso de el primer beso es para siempre o mira una estrella que se cae, es una historia que todos la conocían pero que nadie la había usado dentro de una canción. Era una idea que estaba ahí, que todo el mundo conocía, en todo el mundo se caen estrellas y la gente pide deseos pero nadie lo había usado como entrada en una canción.
Sumado a eso, su contenido, la historia de amor resumida en tan poco tiempo y la variedad de melodías, sobre todo era una melodía nueva, que no traía los acordes ni los círculos armónicos que tiene un huayno o una balada andina normal. Eso creo que ha hecho que Alpaquitay sea una canción eterna y se haya quedado en el cancionero andino peruano.
Alpaquitay me ha servido como vara para que otras canciones entren a la radio, tiene muchísimas versiones en la sierra de Bolivia y norte Argentina. En la cumbia peruana, la primera versión fue de Dilbert Aguilar. (Mira el video).